lunes, 1 de febrero de 2010

EL CARLISMO EN ANDALUCÍA. EL CASO DE SEVILLA


"En la fotografía, la Torre del Oro, uno de los monumentos más característicos de la ciudad de Sevilla"


EL CARLISMO EN SEVILLA EN 1.838

En el sempiterno debate sobre porque en Andalucía no hubo carlismo y en el norte de España si lo hubo, siempre se ha esgrimido que la causa principal era que Andalucía estaba más por las ideas liberales. El caso es que cuanto más me acerco a este tema, y leo la documentación existente sobre aquellos primeros años de la "Primera Guerra Carlista" o "Guerra de los Siete Años", más me doy cuenta de la mentira y el error que nos quieren hacer tragar los “oficialistas” servidores del Régimen Socialista actual.


Sin que sirva de mucho, ahí dejo una perla sobre una acontecer de lo que era la España andaluza y Sevillana en 1.838. El autor de la cita, un polaco que andaba de visita por estas tierras, recaba información a sus contertulios y éstos les comentan lo que sigue:

En 1824, este pueblo provocaba en las calles a los liberales, que se mostraban con grandes barbas y el pelo largo para reconocerse, y hacía que los tonsurasen los gitanos como a las muías; amenazaba en 1827 a Quesada, a la sazón capitán general de la ciudad, porque una vez, en lugar de descubrirse al paso de la procesión acostumbrada de la tarde, se había escondido detrás de una puerta; por último, según lo que dice la gente del campo, si la población no se ha insurreccionado en 1836 al acercarse Gómez es porque le habían sido quitados sus jefes naturales”.

Para muestra un botón. Otro día hablaré del caso de Málaga, de Ronda, de Córdoba, de Jaén, donde al parecer, sólo había “liberales…” ya, ya.

1 comentario:

  1. Los liberales eran una minoría -eso sí: tan dañina como activista.

    Y el pueblo no tuvo sus líderes. Por eso, toda reacción se disolvió en la nada.

    Pero está muy bien que recuerdes estas cosas. Pues en 2012 nos van a abrumar con discursos constitucionalistas, falsificando las consecuencias que trajeron las malditas Cortes de Cádiz, ese cochino sanedrín de liberales vendepatrias.

    ¡Muera la Constitución y Viva la Inquición!

    ResponderEliminar