jueves, 25 de junio de 2009

La Esperanza Carlista (1844-1874) libro imprescindible


TÍTULO: La Esperanza carlista (1844-1874)
AUTOR: Esperanza Carpizo Bergareche
EDITORIAL: Editorial Actas s.l.
Colección Luis Hernando de Larramendi
AÑO DE EDICIÓN: 2008
PÁGINAS: 1037

La investigadora Esperanza Carpizo Bergareche realiza en este trabajo una inmensa labor de documentación y de recopilación de fuentes y de textos. En concreto centra su estudio en analizar pormenorizadamente el diario tradicionalista “La Esperanza” cabecera de crucial importancia y que a lo largo de treinta años (1844-1874) estuvo presente en muchos hogares de la geografía peninsular.


La importancia de la publicación está fuera de toda duda y tal y como se puede leer en el resumen de su contraportada: “En los pueblos se lee el periódico en familia, y en las discusiones orales, La Esperanza decide de plano la controversia: “Lo dice la Esperanza””


A lo largo de las páginas del libro se va desgranado cada uno de los aspectos del mismo,tales como su composición, las secciones habituales que lo componían, estudio y análisis de sus colaboradores, de los fundadores, los redactores o colaboradores, pero siempre, siempre con citas interesantísimas haciendo referencia a los ejemplares conservados de este diario, los cuales constituyen en sí mismos una perfecta hemeroteca del carlismo.


El libro analiza según la autora, los aspectos fundamentales del ideario carlista, siempre desde la óptica del diario, sin olvidar el análisis de la realidad del momento. Así, por ejemplo, en el ejemplar de 07/03/45, para ensalzar la Patria el diario indica a sus lectores que: “La Esperanza recomienda los emigrados que es mejor morir de una puñalada bajo el cielo de la patria que sentirse desfallecer bajo los harapos de la miseria y en angustias del hambre en un país extranjero” (op. Cit. pág. 199) en clara alusión a los exiliados de la primera guerra carlista, que empobrecidos ultrajados y olvidados en Francia y otros países, malvivían cuando no morían de hambre.


El estudio se ocupa de reflejar la vida de los tradicionalista según cada uno de los años por lo que atraviesa. Así, en la recensión que hace de los carlistas militares, en el ejemplar de 19/07/72, encontramos muchas entradas en las páginas del diario, pero quizás una de las citas más curiosas sea la recogida por el corresponsal del periódico francés “L´Univers”, el cual comenta: “Los soldados del Rey Carlos VII son, como sus jefes, dignos de la gran causa que defienden. Pertenecen a todas las clases sociales, principalmente a la de agricultores. Son hombres robustos cuya fisonomía denota inteligencia y decisión. Los hay de todas las edades, desde los 14 a los 70 años, y uno de los de 14 años, el joven Narciso Fábrega, fue conducido al campo por su misma madre, quien le entregó la cartuchera de su padre recomendándole que se sirviese de ella como él se había servido” (Op. Cit. pág: 346)


Pero no sólo son los aspectos militares los interesantes. La Esperanza fue un diario que tuvo gran seguimiento por parte de los diarios liberales, ya que en sus paginas llegaron a escribir plumas de la talla de Navarro Villoslada, Antolín Monescillo (Cardenal de la Santa Iglesia Romana), Miguel de Neira y López, secretario que fue del General Reding durante la batalla de Bailén y escritor, el filósofo y jurista D. Manuel Ortí y Lara, etc.


Cuenta así mismo con un importante aporte documental que incluye: listado de publicaciones o cabeceras de periódicos durante el siglo XIX en España, listados de colaboradores, corresponsalías, listados de nombres que colaboraron con su peculio para sufragar los gastos que se derivarían para perpetuar la memoria de D. Pedro de la Hoz, etc.


Es sin lugar a dudas uno de los mejores trabajos recientes que se han hecho en España sobre el Carlismo, estudiando uno de sus principales órganos de difusión.


Por todo ello, es de muy recomendable compra y lectura, si no como libro de cabecera -debido a su extensión-., es de imprescindible consulta para aquellos que quieran investigar o estudiar el fenómeno del tradicionalismo y su impacto en los años que van desde 1844 a 1874.


Aquilífero, julio de 2008

1 comentario: