domingo, 12 de julio de 2009

ASÍ ERAN LOS SOLDADOS CARLISTAS EN LA III GUERRA






Durante la III Guerra Carlista, los hombres que integraban las fuerzas de Carlos VII tuvieron vivas ocasiones de demostrar al mundo su valía y bravura. Hay que recordar que las fuerzas que lo integraban eran en su mayoría hombres del campo. Sencillas gentes de pueblo que luchaban por su legítimo rey, por los fueros y por la religión. Los republicanos, al contrario, luchaban por consolidarse en el poder, cometiendo mil y un abusos.
El corresponsal del diario británico The Evening Standard, Mac-Graham, “experto en temas militares, ya que había sido oficial de caballería en la Guardia Real Inglesa” visita nuestro país para servir de testigo y retrasmitir crónicas puntuales y verídicas sobre el acontecer bélico que se vislumbraba en España. Mac-Graham, visitó varios escenarios en primera persona, y tuvo la oportunidad de departir con combatientes y soldados de ambos bandos.
Esto que reproducimos es la impresión que al corresponsal inglés le causaron los soldados carlistas que combatieron en aquellas jornadas:
El ejército carlista es bueno, con inmejorables soldados, pero que deben alcanzar mayor grado de instrucción, trabajar duro y curtirse con las armas. Para ello, bajo las órdenes y cuidado de sus oficiales, estos voluntarios podrán adquirir un aspecto y disciplina de perfectos soldados en el corto plazo de tres meses, máxime cuando empiezan a llegar oficiales jóvenes, procedentes del Ejército republicano, que desean servir bajo la bandera de D. Carlos. Los soldados carlitas son hombres duros, resistentes, decididos, de constitución física más robusta que los soldados de infantería inglesa, y también superior a la de nuestros Highlanders, y son el tipo de hombres que van a donde se les mande, sin rechistar ni presentar objeciones
Con la bayoneta son iguales o mejores soldados que cualquier ejército del mundo. Yo, que los he visto en acción, y recojo la opinión de otros periodistas, reconozco que son impetuosos y testarudos. Tienen fama de echar mano rápida al acero, cuando, durante la batalla, hay oportunidad de lucha cuerpo a cuerpo, arrollando al enemigo, saltando sus trincheras, con todo ímpetu, llegando a convertirse en veteranos en poco tiempo de campaña”.

Un Corresponsal en España. 50 Crónicas de la Tercera Guerra Carlista
Enrique Roldán González
ACTAS s.l. Colección Luis Hernando de Larramendi, 2009. (p.107).

Libro que por supuesto recomiendo encarecidamente a todos aquellos que posean un espíritu tradicionalista, y que deseen que éste título entre a formar parte de su biblioteca “carlista” imprescindible.

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