EL SÍMBOLO DE LA IGLESIA DE JAÉN Y DE LA CATEDRAL
En las visitas que se pueden realizar a este maravilloso templo mariano, el curioso pude contemplar su grandiosidad y su esplendor, así como cada una de las piedras, que magistralmente colocadas por los maestros artesanos, dan esa belleza y esa consistencia tan característica al templo. De entre los muchos detalles que el ojo curioso rescata y captura en la retina, uno puede percatarse de uno en partícula, en concreto de un escudo labrado en bajorrelieve que se repite con más frecuencia que otros a lo largo de las fachadas de dicho templo. Al principio pude el despistado pensar que se trata de una representación más de la Virgen María, o tal vez la representación heráldica de alguno de los obispos que tuvieron la dicha de serlo de esta Catedral.
En las visitas que se pueden realizar a este maravilloso templo mariano, el curioso pude contemplar su grandiosidad y su esplendor, así como cada una de las piedras, que magistralmente colocadas por los maestros artesanos, dan esa belleza y esa consistencia tan característica al templo. De entre los muchos detalles que el ojo curioso rescata y captura en la retina, uno puede percatarse de uno en partícula, en concreto de un escudo labrado en bajorrelieve que se repite con más frecuencia que otros a lo largo de las fachadas de dicho templo. Al principio pude el despistado pensar que se trata de una representación más de la Virgen María, o tal vez la representación heráldica de alguno de los obispos que tuvieron la dicha de serlo de esta Catedral.
Pero al consultar las fuentes uno se percata de lo que verdaderamente está viendo, que no es otra cosa que la representación o símbolo de la Catedral de Jaén o el símbolo de la Iglesia en Jaén.
Descripción:
En el escudo aludido se puede apreciar, en la parte inferior una muralla que protege a una ciudad, la cual dispone de una puerta de acceso. Dicha imagen simbolizaría a la ciudad de Jaén y sobre ella, dominando toda sus extensión, se aprecia un dragón o “lagarto”. Aquí los más avispados han querido ver la representación de la leyenda capitalina del “Lagarto de Jaén”, más no tiene ninguna semejanza esta representación mariana con dicha leyenda, la cual ya trataremos en otra ocasión.
Sobre ese “dragón” o “lagarto” es la representación del Demonio, y todo lo que a él va unido, por encima de ese “Padre de la Mentira” la Virgen María, sentada en un trono, en actitud sedente, y con el Niño dios en brazos.
El simbolismo está claro, pues se trataría de una representación de la Virgen tal y como la proclama la Patrística. En la lectura del Génesis 3, 15, podemos leer: “Ella te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar” este pasaje, más conocido como el “Ipsa conteret caput tuum” es el que trata de simbolizar el cantero en la piedra viva.
En definitiva, estamos ante la representación plástica de la Iglesia en Jaén. La Virgen, a quien está dedicada la Catedral, y cuyo edifico representa a la Iglesia de toda la provincia, está sometiendo al Demonio, o al infiel, el cual dominaba la ciudad de Jaén hasta su definitiva conquista de manos de Fernando III “el Santo”
No hay comentarios:
Publicar un comentario